No deje caer el pescado directamente en la sartén mientras lo fríe: use este truco para obtener resultados dorados, crujientes y no pegajosos.
Es importante no colocar el pescado directamente en la sartén para freírlo. Primero, asegúrate de calentar bien la sartén hasta que toda la humedad residual se haya evaporado. Luego, agrega el aceite y caliéntalo hasta que alcance una temperatura alta. Sabrás que está listo cuando sientas un calor distintivo que emana desde la superficie. Solo en ese momento deberías añadir el pescado. Este método previene que el pescado libere agua al entrar en contacto con el aceite caliente, lo que no solo evita que se pegue a la sartén, sino que también ayuda a mantener la piel del pescado intacta durante la fritura.
Pasos para freír pescado correctamente
Ingredientes: pescado, aceite de cocina, jengibre, agua y papel de cocina.
- Prepara el pescado: Comienza por desescamar bien el pescado y quitarle las branquias. Luego, abre la panza, retira todas las entrañas y limpia bien el pescado, asegurándote de que esté listo para cocinar.
- Seca el pescado: Después de limpiar el pescado, es probable que todavía tenga mucha humedad en la superficie. Si lo fríes en estas condiciones, el aceite salpicará y el pescado se pegará a la sartén. Usa papel de cocina para secar el pescado, eliminando la mayor cantidad de humedad posible. Deja el pescado reservado para usarlo más adelante.
Preparación de la sartén y el pescado
Comienza por cortar una rodaja gruesa de jengibre y resérvala. Luego, calienta la sartén hasta que esté bien caliente, y una vez alcanzada la temperatura deseada, apaga el fuego. Usa las rodajas de jengibre para frotar bien tanto el fondo como los lados de la sartén. Esto crea una capa antiadherente natural, lo que facilita freír el pescado sin que se pegue.
A continuación, enciende nuevamente el fuego y agrega suficiente aceite de cocina en la sartén. Una vez que el aceite esté bien caliente, coloca cuidadosamente el pescado en la sartén. Es importante usar fuego medio para freír el pescado de manera uniforme y lenta. Evita el fuego alto, ya que puede dorar demasiado rápido el exterior del pescado, dejando el interior crudo.
Cuando frías el pescado, es recomendable no darle la vuelta demasiadas veces, ya que esto puede hacer que se deshaga. Deja que un lado se cocine hasta que esté dorado y crujiente antes de girarlo al otro lado. Una vez que ambos lados estén bien cocidos, retira el pescado de la sartén y colócalo en un plato para escurrir el exceso de aceite.
Consejos útiles
Siempre seca el pescado con toallas de papel antes de freírlo. Esto evitará que el aceite salpique y se pegue a la sartén. Además, el jengibre no solo ayuda a crear una capa antiadherente, sino que también infunde un aroma delicado que neutraliza el olor a pescado, haciendo la fritura más agradable.
La humedad es una de las principales causas de las salpicaduras de aceite, que pueden generar desorden y quemaduras. Además, el pescado húmedo tiende a pegarse a la sartén y puede deshacerse. Asegúrate de limpiar bien el pescado, especialmente la panza, y raspa la membrana negra para reducir el olor a pescado. Sécalo completamente antes de freírlo para mantener la piel intacta y lograr un resultado crujiente y sabroso.
Al aplicar este truco del jengibre, tu pescado no solo quedará perfectamente cocido, sino también con un toque delicioso de aroma fresco.